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Álvaro Yturriaga: «hay que sacarle provecho al fracaso»



Daniel Hernández | Madrid

9 de marzo de 2015


Una de las pocas cosas que no habían podido exportar hasta ahora los yanquis, o no del todo, es su ética protestante y espíritu del capitalismo. Dice el sociólogo Max Weber en su obra que para las naciones protestantes el enriquecimiento es una señal de predestinación a la salvación eterna. Así que el fracaso es solo un bache del que hay que aprender para levantarse de nuevo y continuar la marcha hacia ese final divino.

Álvaro Yturriaga parece responder a esa ética. Él es un empresario que ha fracasado varias veces, que se ha estampado contra la burbuja del ladrillo o en los sectores servicios y del marketing. Ahora dirige Runin, una empresa que basa su modelo de negocio en la gestión y venta de dorsales para muchas de las carreras que se celebran en España y que es a la vez una red social en la que los adictos a esto de correr (o al running) intercambian metas, estadísticas e impresiones. La empresa crece poco a poco al calor de la moda y con un modelo austero, que aprovecha sinergias; de ahí lo de compartir oficina con Funciona, otra pyme y socio tecnológico.

La actitud estadounidense hacia el fracaso está calando rápidamente en muchos de los emprendedores españoles. Álvaro Yturriaga es un ejemplo. Parece que se haya trasmitido por ósmosis. Pero no hay que dejarse engañar. A veces la coyuntura está en segundo plano y es determinante. Uno se puede tirar de un trampolín, hacerse daño, aprender cómo tirarse la próxima vez para evitarlo; pero si en la piscina no hay agua… eso sí es predestinación, y de la mala. «Es normal que la frustración te llegue», comenta, «pero hay que ser capaz de sobreponerse para ser consciente de que el fracaso es algo que has ganado y que hay que sacarle rendimiento».

Lo de Yturriaga tiene mérito: el de ver negocio en algo que, en principio le es ajeno. Su distrofia muscular le impide hacer running. «Yo no puedo correr y parece que me queda lejos», dice Álvaro Yturriaga, «pero me queda cerca porque cualquier persona que practica este deporte es consciente del reto y las barreras que se encuentra cada día practicándolo y esas son las principales cualidades para llevar un negocio».

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