Aunque a menudo se usan indistintamente, ambos conceptos varían, y mucho. Te contamos la diferencia entre vender internacionalmente e internacionalizar tu empresa.
Exportar no significa instalarse en el extranjero
A vender internacionalmente se le denomina exportar. Sin embargo, el término internacionalización lleva implícita la idea de estar presente en un mercado extranjero, es decir, implantarse en el lugar de destino.
Hoy en día, gracias a internet y a plataformas de venta online como Amazon, exportar resulta más sencillo. Podemos comercializar nuestros productos o servicios en la otra punta del mundo a golpe de clic, lo cual supone una ventaja competitiva para las más pequeñas. Sin embargo, situarse en un mercado exterior resulta aún muy costoso.
Estas son algunas de las ventajas y desafíos de cada una de estas dos estrategias:
Vender internacionalmente
Las ventajas:
- Es más sencillo para las pequeñas empresas e incluso personas autónomas.
- Permite la diversificación de los ingresos, pues se accede a una mayor clientela.
- Reduce los riesgos asociados a operar en un solo mercado.
- Potencia la innovación de la mano de la digitalización y, con ello, la competitividad.
- Aumenta el poder de negociación de la empresa.
- Consolida la imagen de marca.
Los desafíos:
- Seleccionar correctamente los mercados que ofrecen mayores oportunidades y menores riesgos.
- Llegar a acuerdos ventajosos con los distribuidores locales o plataformas de venta online directa.
- Mantener el control del gasto: comisiones de venta, devoluciones, gastos logísticos, derechos arancelarios.
- Estar al día con las exigencias legales (y cambiantes) de cada mercado.
- Hacer frente a los problemas en las cadenas de suministro.
- Rediseñar la oferta de productos o servicios para adaptarla a las necesidades o exigencias del consumidor en destino.
- La volatilidad en las transacciones internacionales.
- Lograr la plena digitalización de los procesos y automatización de muchos de ellos.
Según el Ranking Nacional de Empresas Exportadoras del grupo Cesce, existen 51.316 empresas exportadoras de España. Sin embargo, el objetivo marcado por la vigente Estrategia de Internacionalización de la Economía Española 2017-2027 es alcanzar las 60.000 empresas exportadoras de manera regular y reducir la excesiva concentración de las ventas en un número reducido de operadores, tal y como señala el ICEX España Exportación e Inversiones, entidad pública empresarial de ámbito nacional que tiene como misión promover la internacionalización de las empresas españolas y la promoción de la inversión extranjera.
En 2022, los 500 principales exportadores aglutinaron el 58,7% del total exportado. De hecho, el Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española 2021-22 ponía el foco en la necesidad de apoyar a las pymes en su carrera hacia el exterior.
Internacionalizarse
Las ventajas:
- Resistencia a situaciones adversas en determinados mercados.
- Crecimiento empresarial de la mano de una economía de escala.
- Ahorro de costes al trasladar la cadena de valor a mercados más competitivos.
- Mayor conocimiento del entorno gracias a la contratación de personal local.
- Proximidad a los recursos necesarios para desarrollar la actividad: reducción de costes derivados de la cadena logística y de transporte.
- Mayor afianzamiento de la marca y poder de fidelización.
- Mayor riqueza gracias a una plantilla diversa.
Los desafíos:
- Necesidad de más capital.
- Adaptación a las exigencias burocráticas en materia fiscal, comercial, laboral, etc.
- Adaptación también a las diferencias culturales e idiomáticas.
- Mantener la cultura de empresa y la coherencia organizativa en los centros deslocalizados.
- Paliar la diferencia horaria en la gestión de la actividad diaria.
- Mayor necesidad de control y planificación.
Según los últimos datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), las filiales de empresas españolas en el exterior (un total de 5.090) generaron una cifra de negocios de 234.530 millones de euros y ocuparon a 815.146 personas en 2022. Estados Unidos, Alemania y Francia fueron los países donde generaron mayores cifras de negocio. La zona euro fue la zona geográfica con mayor coste de personal, con un 45,4% del total, y la que más inversión material bruta realizó, con el 53,6%.