El incremento decidido del gasto en defensa en Europa y España no es solo una cuestión de geopolítica: para las pymes representa una ventana de oportunidad abierta hacia nuevas líneas de negocio, nichos industriales y servicios que hasta ahora habían estado reservados para grandes contratistas. En España, la reciente aprobación de planes de inversión en seguridad y defensa están creando un entorno en el que las pequeñas y medianas empresas pueden ganar terreno, si saben posicionarse y adaptarse.
España, hasta 2024, dedicaba apenas el 1,28 % de su PIB a defensa, el porcentaje más bajo entre los miembros de la OTAN. Esta cifra ha generado presión externa y un cambio de rumbo: el Gobierno español anunció un plan de 10 500 millones de euros para acelerar el objetivo de alcanzar el 2 % del PIB en 2025. Y no solo eso, a nivel europeo es ya un movimiento estructural: tal y como señala el Banco de Finlandia, “una mayor proporción de gasto en I+D y un mayor contenido nacional de las adquisiciones reforzarían el impacto económico del aumento del gasto en defensa”.
Para las pymes esto significa que la defensa deja de ser un márgen lejano y pasa a formar parte del gran tablero industrial: ciberseguridad, servicios de inteligencia, mantenimiento, fabricación de componentes, drones, sistemas dual-use, etc. En palabras de un análisis del Real Instituto Elcano: “las empresas, especialmente las pymes, necesitan un apoyo decidido para integrarse en las cadenas de suministro europeas y para internacionalizarse”.
¿Dónde están las oportunidades concretas?
- Ciberseguridad y tecnología dual. En el contexto de la defensa moderna, los sistemas de cifrado, vigilancia, drones, inteligencia artificial y big data adquieren una relevancia creciente. El paquete europeo de préstamos por 150 000 millones de euros para armamento y equipo, del que España participa, destaca precisamente sectores como ciber-sistemas, misiles y drones. Para una pyme tecnológica con buenas capacidades puede surgir la oportunidad de colaborar como subcontratista, ofrecer servicios de mantenimiento, soporte, consultoría de seguridad o integrarse en consorcios público-privados.
- Industria de componentes y fabricación local. Europa empuja hacia una «autonomía estratégica», es decir, menos dependencia de proveedores no europeos. Como afirmaba un análisis de Bruegel, “un mercado más integrado para productos de defensa conduciría a mayores economías de escala, resultando en menor precio y más preparación para la defensa”. Para la industria española, pequeñas empresas de precisión, visores, sensores, sistemas hidráulicos, mantenimiento naval o aeronáutico podrían encontrar nuevos clientes en la cadena de defensa.
- Servicios de mantenimiento, capacitación y logística para defensa y seguridad. No toda la oportunidad está en la producción de hardware. El gasto en defensa también requiere grandes servicios: formación de personal, mantenimiento de plataformas, logística, actualización de sistemas, seguridad electrónica. GlobalData estima que el mercado de defensa de España pasará de 10.300 millones de USD en 2020 a 27.300 millones para 2029.
¿Qué debe hacer una pyme para aprovecharlo?
- Analizar su cadena de valor: ¿Puede adaptarse para ofrecer un componente, sistema o servicio relevante al ámbito de defensa o seguridad?
- Evaluar capacidades tecnológicas: Si la empresa ya trabaja en servicios de TI, ciberseguridad o mantenimiento, podría reorientar una parte hacia contratos de defensa.
- Certificación y normativas: Es clave comprender los requisitos de acceso a licitaciones de defensa: certificaciones de seguridad, homologaciones, trazabilidad, cumplimiento de estándares internacionales.
- Buscar consorcios y alianzas: Las pymes podrán entrar más fácilmente como proveedor de segundo nivel junto a grandes compañías u organismos públicos, de modo que formen parte de cadenas europeas de suministro.
- Vigilar las tendencias de gasto y política pública: El impulso europeo y nacional a la defensa invita a estar atentos a convocatorias, fondos, esquemas de cofinanciación, y programas de colaboración público-privada.
Una oportunidad humana además de industrial
Más allá de los números y contratos, este nuevo ciclo de gasto en defensa plantea también un repensar del tejido industrial español. Para una pyme que busca crecer de manera humana y eficiente, implica apostar por valor añadido, especialización, innovación, sostenibilidad y colaboración. En lugar de competir solo en costes, se trata de posicionarse en nichos tecnológicos, escalables, con barrera de entrada y donde la reputación y la fiabilidad importan.
En conclusión, el aumento del gasto en defensa en España y Europa no es solo una obligación política o militar: es una palanca de crecimiento estructural para las pymes. Aquellas que sepan adaptarse verán que la defensa se convierte en un mercado de innovación, producción, servicios y valor añadido. Y en ese escenario, la ambición humana, empresarial e industrial puede abrir un camino nuevo.
