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Financiarse en la Bolsa también está al alcance de las pymes


Daniel Hernández | Madrid

29 de mayo de 2015


La crisis ha puesto sobre la mesa la necesidad de buscar financiación alternativa. Muchas pequeñas y medianas empresas o startups la han encontrado en fondos de capital riesgo, algunos se han atrevido a salir a bolsa. Es precisamente ahí, en los mercados, donde también se puede encontrar financiación sin necesidad de convertirse en una compañía cotizada.

El MARF es el Mercado Alternativo de Renta Fija, puesto en marcha en 2013 por Bolsas y Mercados Españoles. Se trata de un instrumento en el que se ponen en contacto los inversores institucionales españoles o extranjeros con las medianas o pequeñas empresas que desean financiarse. Para poder hacerlo, el MARF les exige unos requisitos algo más laxos que a las grandes.

Para Gonzalo Gómez Retuerto, director gerente del MARF, este instrumento funciona por cuatro factores: la situación de mercado y los bajos tipos de interés, la calidad de los participantes: «los asesores, las entidades financieras, auditores, consultores, agencias de rating, etc.», el desarrollo normativo «con reformas muy importantes para acceder al mercado», y los inversores. En este último punto la demanda por productos de renta fija en este mercado viene de un 60% de inversores domésticos y un 40% de inversores extranjeros.

Para emitir deuda en este mercado la empresa debe primero ponerse en manos de un asesor registrado en el sistema, así como de un miembro de mercado que buscará ponerle en contacto con los inversores. Otro elemento importante que mirarán con lupa los inversores será el rating, es decir, la nota que una agencia registrada pondrá a la empresa y que certifica su solvencia.

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Sesión del Foro MedCap. De izquierda a derecha: Daniel Lozano (Adveo), Adolfo Estévez (Axesor), José Enrique Martínez (Consorcio de Compensación de Seguros), José Mª Domínguez (Sabadell), Jesús Muela (GVC Gaesco), Gonzálo Gómez (MARF). // BME

Axesor es una compañía que comenzó a elaborar ratings de empresas en 2010. «Consideramos que el mercado era un oligopolio de las tres grandes agencias», dice su director Adolfo Estévez en el Foro MedCap celebrado en la Bolsa de Madrid, «y la crisis reveló la necesidad de depender sólo de tres actores en algo tan importante como la emisión de deuda». Además también vieron una oportunidad de negocio en que las grandes compañías de rating no suelen cubrir a empresas pequeñas.

Estévez desvela que para la emisión de pagarés a lo que más se le presta atención es al informe de solvencia. En él deben aparecer, entre otros aspectos, la calidad financiera de la empresa, la liquidez a la que tiene acceso, los activos líquidos en caso de estrés o el plan de pagos. Para la emisión de bonos, es decir, de deuda a más largo plazo, se mira el posicionamiento competitivo y el plan de estrategia de la empresa.

El rating es crucial pero ¿en qué se fijan los inversores? Jesús Muela, subdirector general de GVC Gaesco señala que las compañías que acuden al MARF son menos conocidas por parte de los inversores. Con otras que ya están en los mercados parte del trabajo ya está hecho, pero en estos casos «necesitamos el rating y además estudiar muy bien a la compañía». Lo importante es seducir a quienes tienen el dinero. Muela aconseja «presentarlo todo muy bien, con pasión, y estar siempre a disposición del inversor». Pero para vender algo bueno, la base es la solvencia y tener muy claro para qué se pide el dinero: «no aceptamos que se emita deuda que se pague con una emisión futura».

Actualmente en el MARF hay 14 empresas realizando emisiones. Estas pertenecen a los sectores de energía y agua, papel, metal, construcción, inmobiliario, transportes, entidades de financiación, comercio y nuevas tecnologías. La última emisión admitida la ha lanzado la Sociedad Concesionaria Autovía de la Plata para financiar esta infraestructura que unirá Benavente y Zamora. Se trata de una emisión de 184,5 millones de euros a 25 años y medio con un cupón del 3,169% y que está destinada a refinanciar la deuda de la empresa.

El MARF en definitiva supone una alternativa para empresas medianas tanto a la financiación bancaria como a la salida a bolsa. En este último punto todos los ponentes destacan que ser una empresa cotizada facilita las cosas porque las empresas se acostumbran a la disciplina y transparencia que exigen los mercados. Aun así el MAB, el Mercado Alternativo Bursatil, más conocido como la bolsa de las pymes todavía tiene que sacudirse los restos del escándalo Gowex. Como alternativa a los bancos el MARF da la oportunidad de diversificar fuentes de financiación. En otras zonas del planeta es más común. En Estados Unidos la financiación bancaria supone un 25% del total, frente al 75% de Europa.

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