Las 5 claves para entender la nueva Ley de Atención al Cliente Adrián Fernández / Madrid Reciententemente el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de Ley de Servicios de Atención al Cliente. Una nueva norma que busca mejorar los derechos de los consumidores al establecer a las empresas la obligación de disponer de un sistema eficaz para facilitar información, atender y resolver las quejas y reclamaciones de forma ágil y útil. Y es que, en la actualidad, la mayoría de las quejas y reclamaciones que reciben las Administraciones Públicas por parte de los consumidores tienen como elemento común la deficiente atención al cliente, especialmente en las grandes empresas. Entre otras novedades, con esta nueva ley, los clientes deberán ser atendidos por teléfono en no más de tres minutos, sus reclamaciones resueltas en menos de 15 días y tendrán que ser atendido en cualquier momento para empresas que presten servicios básicos. Más allá de que esta ley afectará sobre todo a las empresas grandes, los autónomos o medianas y pequeñas empresas también deben conocer algunos aspectos que les pueden afectar en su día a día. Los 5 aspectos más novedosos de esta nueva ley Llamadas de no más de tres minutos de espera La nueva Ley de Atención al Cliente contempla que las empresas no podrán mantener a un usuario a la espera más de tres minutos en aquellos servicios centrados en información, reclamación o postventa. Además, todo cliente que desee hablar con una persona humana y no una máquina, tendrá ese derecho. Reclamaciones resueltas en menos de 15 días El tiempo para resolver una incidencia también varía. Antes de la puesta en marcha una reclamación podría ser resuelta en 30 días pero ahora la reclamación tendrá que estar solucionada en un plazo máximo de 15 días. Atención al cliente 365 días, 24 horas para las empresas con servicios básicos Aquellas empresas que presten un servicio básico (como la luz o el agua) deberán tener un canal de atención gratuito todos los días del año y a todas horas. Si existiesen clientes afectados por incidencias en esos servicios básicos las empresas deberán dar explicaciones concretas del motivo del problema y buscar una solución en un máximo de dos horas. No se podrá cortar el suministro a ninguna cliente sí hay una reclamación en curso. Adaptar el servicio a personas mayores o con discapacidad Esta ley establece que las empresas deberán adaptar los servicios prestados para atender a personas mayores o con algún tipo de discapacidad. Para ello, tendrán que ofrecer nuevas vías de comunicación, como son servicios de mensajería instantánea o vídeos con interpretación en lengua de signos. Las multas pueden alcanzar los 100.000 euros La ley posee un régimen sancionador para quien incumpla esta ley. Va desde multas de 150 euros para las infracciones más leves hasta 100.000 euros para las más graves. En este sentido, la ley considera infracciones graves aquellas que afecten a consumidoras vulnerables o se realicen de forma constante. Siguiente: Más del 80% de los comercios defiende el pago en efectivo Anterior: Software de gestión para pymes: qué programas elegir
Montse Moreno, comercializadora de Green Habitat: “Con el auge del teletrabajo y la poca necesidad de ir a la oficina, la gente se está alejando de los centros urbanos « Green Habitat es un grupo empresarial que se encarga de la promoción, construcción y rehabilitación de viviendas en Cataluña. Manteniendo una cultura sostenible, destacan en el mercado por sus inmuebles modernos, funcionales y respetuosos con el medioambiente.
Externalizar servicios, una opción útil para las pymes Uno de los servicios que puede externalizar una pyme es su servicio de mantenimiento informático, una pieza fundamental para avanzar en la digitalización de las pymes. Para ello existen compañías especializadas en ello, como es el caso de IBIS, una empresa con más de 25 años de historia, con un amplio grado de satisfacción de sus clientes y con una cartera de más de 5.000 empresas.
¿Te cuesta delegar? Claves para hacerlo de una forma eficaz en tu pyme El arte de delegar lleva implícito la confianza y seguridad en uno mismo, en la forma que tiene de dirigir a las personas y en la respuesta que de estas obtiene: mayor seguridad, mayor componente de delegación.