Adrián Fernández / Madrid
El mundo entero mira con preocupación a Ucrania. Hace ya varios días de la invasión que las tropas rusas están llevando en Ucrania. Ciudades como Jarkov, Jersón, Mariúpol o su capital Kiev están sufriendo ataques contra edificios gubernamentales o residenciales en una guerra que ha provocado un éxodo masivo de su población.
Crisis de refugiados sin precedentes
Países limítrofes, como Moldavía, Polonia, Rumania o Hungría, están acogiendo a cientos de refugiados que huyen de los ataques injustificables rusos. Naciones Unidas pone ya cifra a este horror: más de medio millón de ucranianos han huido de su país y se espera que este número aumente en las próximas semanas.
En un intento por aislar a Rusia, cada vez más países imponen nuevas medidas contra el régimen de Vladímir Putin. Europa o Estados Unidos, por ejemplo, han cerrado sus espacios aéreos a cualquier avión ruso, han expulsado a entidades bancarias rusas del sistema Swift y han impuesto sanciones para oligarcas rusos.
Éxodo de empresas de Rusia
Además, en el terreno empresarial, también empieza a haber movimientos. Compañías multinacionales, como Adidas, Nike o Apple, ya han anunciado la paralización de la venta de sus productos o servicios en terreno ruso.
Las empresas petroleras también se desmarcan del Estado Ruso y anuncian su éxodo. Shell, BP o Equinor, por ejemplo, han suprimido ya su actividad en Rusia. Incluso otros gigantes del entretenimiento, como son Disney, Warner Bros o Netflix, han cancelado sus próximos estrenos en Rusia.
Nuestro país cuenta con hasta 180 empresas que operan tanto en terreno ruso como ucraniano. Inditex, Iberia, Roca, Indra o Meliá Hoteles son algunos ejemplos de empresas que tienen filiales en ambos países y que se plantean retirarse de Rusia o Ucrania. Además, hay hasta 15.000 empresas españolas que establecen relaciones comerciales con ambos países.
Con Ucrania, por ejemplo, se exporta, fundamentalmente, vehículos automóviles, tractores, máquinas, aparatos mecánicos, pescados, crustáceos y moluscos según datos del ICEX. En cambio, se importa, en su mayoría, cereales, grasas y aceites animales y vegetales.
Alza de los precios
El conflicto Ucrania – Rusia tendrá duras consecuencias para España. Las más inmediatas son subidas generalizadas de los precios de algunos productos cotidianos. Esto es debido a que puede haber problemas de suministro de materias primas y de energía que supondrán más costes de producción para las empresas y que provocarán un alza en la cesta de la compra del cliente.
- Cereales: Ucrania es uno de los principales proveedores de cereales del mundo. España se considera como uno de los grandes productores de pienso en Europa y, para su producción, se necesita mezclar cereales con aceites. Una escasez de esos cereales provocaría un incremento de los precios de las materias primas.
- Comida: Una consecuencia directa del aumento del coste para producir pienso, sin duda, será una subida generalizada de algún productos que vemos en el supermercado como los huevos o la carne.
- Aceite de girasol: Otro producto que verá incrementado su precio será el aceite de girasol. Ucrania es el mayor proveedor de este tipo de aceite para España con más del 60% del aceite total que compramos a otros países.
- Carburantes: La gasolina o el diesel no se libran tampoco de este conflicto. Rusia es uno de los principales productores mundiales de petróleo y gas y, el miedo a un corte del suministro, está provocando una importante escalada de precios.
- Luz: En España venimos de unos meses con el precio de la luz disparada pero este conflicto puede agravar esta situación. Para generar electricidad es necesario gas y, si el gas se encarece (Rusia provee de gas a gran parte de Europa), directamente su coste de producción también. Por lo tanto, el cliente final podría ver como el precio que paga en sus recibos aumenta. Lo mismo ocurre con el precio de la calefacción.
- Turismo: El sector turístico se verá afectado por este conflicto. Las previsiones para este año eran esperanzadoras hasta hace unos días, cuando se cerró el espacio aéreo. El año pasado, llegaron a nuestro país hasta 133.000 turistas rusos siendo Barcelona, Alicante, Madrid y Málaga los que concentraban el mayor número de asientos aéreos entre Rusia y España según datos de Hosteltur.
