Innovación, estética, experiencia y excelencia del producto: las heladerías artesanales de alta gama viven su mejor momento. Y Lucciano’s es el caso que todos miran.
Cuando la temperatura sube, también lo hace la competencia en el negocio del helado. Pero no todos juegan en la misma liga. Lejos del helado de impulso y de las tarrinas de supermercado, está emergiendo con fuerza un modelo de negocio diferente: el de las heladerías artesanales premium, donde el sabor se cuida al milímetro, el diseño seduce a primera vista y la experiencia de cliente es parte del producto. En este contexto, Lucciano’s se ha convertido en un referente global y su desembarco en España está dando pistas valiosas para quienes buscan emprender o escalar en el sector gastro-retail.
El consumidor busca experiencia, no solo helado
Según un informe de Euromonitor International, el mercado global del helado superó los 75.000 millones de dólares en 2024, impulsado por la demanda de productos premium y saludables.
En España, el helado ya no es solo un postre veraniego: el 72% de los consumidores afirma consumirlo durante todo el año (Kantar, 2023) y cada vez se valora más la calidad de los ingredientes, el origen artesanal y la innovación en formatos y sabores.
Aquí es donde Lucciano’s ha marcado la diferencia. Fundada en Mar del Plata por el padre e hijo Daniel y Christian Otero, la firma argentina ha sabido mezclar tradición italiana, branding global y una estética de vanguardia que convierte cada local en un punto de encuentro instagrameable y apetecible.
Un modelo escalable sin perder esencia
Con más de 90 locales en el mundo, 70 de ellos en Argentina y 20 en países como EE. UU., Italia o Uruguay, Lucciano’s ha apostado por un modelo de expansión basado en franquicias cuidadosamente seleccionadas. En España ya operan cinco locales —Barcelona (2), Valencia y Málaga (2)—, con próximas aperturas previstas en Madrid, Andalucía, Baleares y Aragón.
Su fórmula: calidad, experiencia, franquiciados comprometidos y un producto con identidad. Desde su planta de 8.000 m² en Mar del Plata, exportan helados elaborados con ingredientes italianos, chocolates belgas y recetas propias, sumando también licencias exclusivas como IcePops de Universal Studios y los icónicos alfajores bañados en chocolate belga.
En palabras de la compañía: “España es un mercado clave, por su cultura gastronómica y apertura a conceptos de calidad y diseño. Queremos crecer de la mano de socios locales que compartan nuestra visión”.
¿Por qué interesa tanto este modelo a las pymes?
Porque es replicable con personalidad, combina producto, estética y digitalización, y responde a nuevas exigencias del consumidor: autenticidad, sostenibilidad, cuidado por el detalle. Pero además, Lucciano’s ha logrado algo más difícil: crear comunidad alrededor del placer y la experiencia. Cada local es un punto de encuentro, no una simple tienda.
Los expertos en tendencias de consumo lo tienen claro: la personalización, la estética experiencial y la artesanía “glocal” (global + local) marcarán el futuro del retail gastronómico. Así lo confirma Taste Tomorrow, el observatorio de tendencias de Puratos: el 80% de los consumidores valora más una experiencia gastronómica cuando siente que está ligada a una historia auténtica.
Aprendizajes para empresarios que quieren crecer
Detrás del caso Lucciano’s hay lecciones clave para cualquier pyme:
- Invertir en diseño y experiencia de cliente ya no es opcional: es la diferencia entre ser recordado o pasar desapercibido.
- Escalar sin perder el alma es posible: el modelo de franquicia bien acompañado, con procesos claros y socios alineados, funciona.
- Innovar sin romper con lo artesanal: mantener la tradición del producto, pero añadir tecnología, licencias y formatos que sorprenden.
- Formación e I+D como ventaja competitiva: la compañía cuenta con su propia escuela y laboratorio para garantizar la calidad y evolución continua.
Una historia de éxito con proyección global
En 2024, Christian y Daniel Otero fueron reconocidos como Empresarios del Año por EY Argentina y representaron al país en el EY World Entrepreneur of the Year en Mónaco. El reconocimiento no es casual. Han demostrado que es posible hacer del helado una experiencia de alto valor, escalable y global, sin perder el foco en el sabor, la calidad ni en las personas.
En un mercado donde muchas pymes buscan diferenciarse y crecer, Lucciano’s ofrece algo más que helado: ofrece una inspiración clara de que la excelencia también se puede servir en cucurucho.