En un momento en el que la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad para consumidores, empresas y legisladores, el transporte de mercancías también vive su propia transformación. La logística urbana, la última milla y el reparto de paquetes son piezas fundamentales del engranaje comercial actual, y cada una de ellas está siendo repensada para reducir el impacto medioambiental y mejorar la eficiencia.
Empresas emergentes, grandes plataformas de comercio electrónico y operadores logísticos están apostando cada vez más por soluciones sostenibles. Pero también los pequeños negocios y autónomos se enfrentan al reto —y la oportunidad— de reducir su huella de carbono sin sacrificar beneficios ni eficacia operativa.
El cambio en los hábitos de consumo y su impacto logístico
El auge del comercio electrónico en España continúa al alza. Según los últimos datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el e-commerce movió más de 20.000 millones de euros en el último trimestre de 2024, lo que representa un crecimiento interanual del 17%. Este incremento implica un volumen creciente de entregas que impactan directamente en el tráfico urbano, la contaminación y la congestión de las ciudades.
Es aquí donde entra en juego la necesidad de repensar el modelo logístico. Las nuevas plataformas de envío paquetería proponen alternativas más eficientes, como el uso de puntos de recogida o taquillas inteligentes, que no solo reducen el número de trayectos de reparto, sino que mejoran la experiencia del usuario y permiten un mayor control sobre la entrega.
Opciones sostenibles que reducen costes
Contrario a lo que muchas pymes podrían pensar, apostar por soluciones de reparto ecológicas no tiene por qué suponer un sobrecoste. De hecho, en muchos casos supone un ahorro. Las plataformas que operan a través de taquillas inteligentes, por ejemplo, logran consolidar entregas en un único punto, lo que se traduce en menos kilómetros recorridos, menos emisiones y menos costes operativos.
Este tipo de soluciones se están convirtiendo en aliadas clave para pequeños comercios y ecommerces que quieren ofrecer un servicio ágil, competitivo y responsable. Algunas empresas ya están integrando estas opciones como parte de su estrategia comercial para captar consumidores más concienciados y reducir su huella logística.
El consumidor como motor de transformación
Uno de los factores clave que está acelerando esta transición es el cambio de mentalidad del consumidor. Actualmente, más del 70% de los compradores online en España afirman que prefieren opciones de entrega que minimicen el impacto ambiental, aunque ello suponga esperar un poco más o desplazarse unos metros para recoger su paquete.
Las nuevas generaciones de consumidores valoran cada vez más la transparencia, la trazabilidad y el compromiso ambiental de las marcas. Incorporar opciones sostenibles en el proceso de entrega ya no es un valor añadido: se está convirtiendo en una exigencia.
La apuesta tecnológica: automatización y datos
A medida que se multiplican los puntos de recogida inteligente, también lo hace el uso de tecnologías avanzadas para optimizar rutas, monitorizar emisiones o predecir volúmenes de entrega. Estas innovaciones permiten una gestión mucho más eficiente del transporte de última milla y hacen posible que soluciones sostenibles también sean rentables.
Tanto startups como grandes operadores están utilizando plataformas basadas en inteligencia artificial y machine learning para analizar datos en tiempo real, detectar ineficiencias y mejorar la planificación logística. Esto no solo permite reducir tiempos y costes, sino que refuerza el compromiso medioambiental a través de decisiones basadas en datos objetivos.
El papel de las instituciones y la legislación
Las administraciones públicas también están empujando este cambio. Ciudades como Madrid, Barcelona o Pontevedra han comenzado a aplicar restricciones a los vehículos contaminantes en sus zonas urbanas, fomentando el uso de medios de transporte más limpios y regulando las franjas horarias de entrega para reducir la congestión.
Estas políticas se alinean con los objetivos de la Estrategia de Movilidad Sostenible de la Unión Europea, que prevé reducir las emisiones del transporte en un 90 % para 2050. Las ayudas a la digitalización de las pymes, los incentivos fiscales para vehículos eléctricos o los proyectos piloto de microhubs urbanos son parte de las herramientas que ya están en marcha.
Casos de éxito cercanos
En Galicia, por ejemplo, algunas iniciativas han sido pioneras en integrar la entrega sostenible en zonas urbanas. En Pontevedra, la ciudad ha comenzado a incorporar puntos de entrega ecológicos que reducen el tráfico de furgonetas y permiten una mayor eficiencia en los trayectos.
Este modelo, que se está exportando a otras localidades, demuestra que la colaboración entre administraciones, operadores logísticos y comerciantes puede resultar en beneficios palpables tanto para el entorno como para el tejido económico local.
Un cambio que va más allá del transporte
La sostenibilidad en la paquetería no es un tema aislado: está conectado con una visión empresarial más amplia y responsable. Las compañías que se adaptan antes a estas nuevas exigencias no solo ganan en eficiencia, sino también en reputación, fidelización de clientes y posicionamiento en un mercado cada vez más exigente.
Contar con herramientas tecnológicas adecuadas, como soluciones de facturación digital, ERP integrados o sistemas de seguimiento automático de pedidos, también permite a las pymes adaptarse de forma más ágil a estos cambios. El objetivo no es solo reducir emisiones, sino también profesionalizar y hacer más competitiva la operativa diaria.