¿Amortizar deuda antigua con deuda nueva?

por | Jul 24, 2024

.- Por Jordi Solé Tuyá, Director Ejecutivo de Kreedit | Síguelo en TikTok https://www.tiktok.com/@jordisoletuya

Amortizar deuda antigua con nueva es un tema controvertido que suscita mucho debate. Esto se debe a que las opiniones de los proveedores de financiación no suelen coincidir con las de las empresas que optan por esta vía.

Cuando una empresa no genera suficiente flujo de caja para cumplir con el ritmo de devolución de la deuda acordada con sus entidades financieras, no tiene más opción que buscar otras fuentes de financiación para cubrir la brecha. Una de estas opciones es obtener nueva deuda que, combinada con el flujo de efectivo generado por la empresa, le permita cumplir con su calendario de devolución que tiene fijado.

Aunque muchas empresas se muestran reacias a esta idea, argumentando que “no quieren endeudarse más”, en realidad no se trata de incrementar la deuda total, únicamente se trata de no desendeudarse de forma tan acelerada que pudiera comprometer su viabilidad. De hecho, grandes corporaciones y Estados recurren frecuentemente a esta estrategia, refinanciando sus deudas mediante emisiones sucesivas de bonos para cubrir la amortización de los anteriores. Así, logran mantener la confianza de los acreedores y refinanciar de manera discreta.

Por otro lado, las entidades financieras a menudo ven con recelo la solicitud de nueva deuda para pagar deudas anteriores, ya que temen que no se les pueda devolver. Cuando invierten en una empresa, desean que los recursos proporcionados contribuyan a impulsarla (por ejemplo, aumentando su capacidad productiva o incrementando sus ventas), lo que generará un mayor cash-flow que facilitará su devolución.

¿Qué debo tener en cuenta a la hora de refinanciar deuda?

El hecho de que esta medida no esté bien vista cuando la llevan a cabo las pymes se debe al perfil de sus financiadores, principalmente bancos comerciales, que tienen un talante distinto al de los financiadores de las grandes corporaciones (fondos de deuda, bancos de inversión, inversores institucionales, etc.).

No obstante, hay algunas consideraciones que hay que tener en cuenta. La primera es que si la devolución anual de la deuda es superior al cash-flow generado, de algún sitio hay que sacar la caja que nos falta. La otra es que adquirir deuda para pagar deuda no significa, necesariamente, incrementar el endeudamiento, sino atenuar el ritmo de desapalancamiento.

Una vez conocidos todos detalles y tomada la decisión de refinanciar deuda antigua con nueva, surge la pregunta de cómo proceder. Dado que las actuales entidades financieras con las que trabaja la empresa pueden detectar las tensiones de tesorería y, por lo tanto, probablemente denieguen este incremento de límites, se recomienda buscar esta nueva deuda en otras entidades con las que la empresa aún no tenga relación.

En principio, la mayoría de las entidades denegarían la concesión de más deuda si perciben que la generación de caja no es suficiente para cubrir la deuda ya contraída. Sin embargo, aunque los criterios de inversión de cada entidad son muy parecidos, a veces existen matices que permiten que algunas operaciones prosperen.

Por lo tanto, recomendamos no desistir en el intento y plantear la solicitud de nueva deuda a varias entidades fuera del pool actual. La clave está en presentar motivos coherentes y convincentes que justifiquen la solicitud de financiación o liquidez ante estas nuevas entidades.

La refinanciación de deuda, bien gestionada, puede ser una herramienta efectiva para mantener la estabilidad financiera de una empresa, pero requiere de una estrategia cuidadosa y una comunicación transparente con los nuevos prestamistas para asegurar que los términos sean favorables y sostenibles a largo plazo.

@jordisoletuya ¿Amortizar deuda con nueva deuda? ¿Cuál es tu opinión? #finanzascorporativas#finanzastips#empresas♬ sonido original – Jordi Solé Tuyá

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Jordi Solé Tuyá
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