Cómo optimizar y reducir las necesidades de financiación de las pymes

por | Jun 27, 2024

.- Por Jordi Solé Tuyá, Director Ejecutivo de Kreedit. Síguelo en TikTok à https://www.tiktok.com/@jordisoletuya

En un contexto de restricción de crédito financiero, las empresas deben tomar medidas internas y operacionales que minimicen sus necesidades de financiación externa.

Observamos con frecuencia que muchas pymes, con relativa facilidad, consideran la obtención de nueva financiación como la solución a una situación de falta de liquidez.

Sin embargo, en un contexto de restricción de crédito financiero, como la actual, las empresas deben tomar medidas internas y operacionales que minimicen sus necesidades de financiación externa. O dicho de otra manera: antes de acudir a la banca o a otras entidades en búsqueda de financiación, es conveniente explorar otras opciones a nivel interno, tomando determinadas medidas como las siguientes:

· Focalizar las inversiones (ya sea en activos circulantes o fijos) sólo en aquellos ámbitos que aporten un retorno inmediato, ya sea en incremento de ventas o de margen bruto. Por lo tanto, habría que desestimar aquellas otras inversiones de las que no se prevea un retorno más o menos inmediato.

· Optimizar la utilización de las líneas de financiación de circulante incorporando cambios de criterio en su uso y reorganizando límites. Muy a menudo las empresas no sacan todo el provecho de sus líneas de financiación de circulante, dejando límites ociosos que se deberían aprovechar antes de solicitar ampliaciones. En ese sentido, hay que considerar la posibilidad de pedir al banco la reclasificación de determinados límites para ajustarlo a las necesidades concretas de la empresa de forma que permitan su máximo aprovechamiento.

· Adoptar decisiones creativas en relación con el crédito a clientes y de proveedores, tanto en los plazos como en las formas de cobro y pago. En ese sentido, siempre hay que tratar de tener el control de los pagos y también el control de los cobros. Esto lo conseguiremos utilizando formas de pago y cobro que, en cada caso, nos permitan tomar la iniciativa de dichos movimientos de fondos, el lugar de dejarlo en manos de la contraparte (cliente o proveedor). Hay que tratar de alargar los plazos de pago a proveedores y acortar el plazo de cobro de clientes.

· Utilizar las mejores prácticas para una gestión más eficiente del circulante. Es fundamental aprovechar adecuadamente las líneas de financiación de circulante, de forma que el banco o entidad concedente se sienta cómodo y mantenga la confianza en nuestra empresa. Esto permitirá, en el futuro, incrementar los límites de financiación si fuera necesario.

· Incorporar nuevos criterios más eficaces para incrementar la rotación del stock. Tener un importante volumen de stock es sinónimo de tener inmovilizados recursos que podríamos destinar a mejores fines. Por lo tanto, debemos reducir su importe e incrementar su rotación, conservando solo aquellos productos que sabemos que se venden adecuadamente, y evitando compras especulativas de gran volumen solo para obtener rápeles o descuentos

· Acceder a financiación alternativa (no bancaria). Esta es siempre una buena elección, que nos permitirá diversificar las fuentes de financiación y mantener puertas abiertas para cuando sea necesario. Aunque este tipo de financiación es algo más cara que la financiación bancaria tradicional, cabe señalar que en los últimos años se ha acortado la diferencia entre los costes de la financiación alternativa y la bancaria. Además, ofrece otras ventajas como mayor flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades de la empresa, no afecta la CIRBE y, en ocasiones, tampoco computa como endeudamiento en el balance.

Con estas y otras medidas podremos reducir la dependencia de la financiación externa, minimizar algunos riesgos e incrementar la viabilidad de la empresa.

Jordi Solé Tuyá
Jordi Solé Tuyá

Te puede interesar