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Joan Ricart, Restaurantes El Glop: “Cada uno tiene que mirar por su empresa y no preocuparse tanto por la competencia”


C.Estévez

Barcelona


Joan Ricart, gerente de los Restaurantes El Glop, es uno de los empresarios más reconocidos del sector en Barcelona. Una ciudad con una enorme oferta gastronómica, con establecimientos locales que conviven con numerosas cadenas de restauración internacionales. Muchos de ellos abren y cierran. Sin embargo, la historia de este empresario al mando de uno de los grupos de restauración más populares y longevos de la ciudad es sinónimo de constancia, esfuerzo, y muy especialmente, de un cuidado trato al cliente que le ha permitido ser durante varias décadas una referencia en la Ciudad Condal.

Fue en septiembre de 1978 cuando en el barrio de Gracia, nacía La Taverna de El Glop con una oferta basada en los productos y las recetas típicas del campesinado catalán. En 1986 inauguraba El Traguinyol, situado también en el barrio de Gracia. Y a continuación se abrían dos restaurantes más: El Glop de la Rambla (situado en la misma Rambla Cataluña) inaugurado en julio de 1996 y La Taverna del Teatre (situado en la calle Caspe, justo al lado de Plaza Catalunya) abierto en agosto de 1997.

foto joan ricartPara Joan Ricart haber superado con éxito la reciente crisis vivida a partir de 2008 en la que los barceloneses se quedaban a comer y cenar en casa, es la mejor prueba de que las cosas bien hechas al final tienen su recompensa. Su filosofía empresarial la tiene bien clara: «hay que preocuparse por lo suyo, no estar tan pendiente de lo que hace la competencia, solo así viene los éxitos.

Otro de los pilares fundamentales de esta pyme es sin duda la fidelidad a su principio fundacional: apostar por la cocina tradicional a buen precio. Según Ricart ”en nuestros establecimientos seguimos ofreciendo una propuesta culinaria sencilla, fuera de modas, económica, agradable y sabrosa. Una cocina tradicional catalana y de mercado, consistente en tostadas, embutidos, quesos, carnes a la brasa, arroces, pescados, y platos de temporada. Esta es nuestra manera de entender la cocina y el servicio al cliente. Creemos en la apuesta gastronómica que hacemos e intentamos mejorarla día tras día, sin olvidar nuestros orígenes, clave de nuestro éxito.”

Para este empresario de la restauración el cliente es siempre lo primero “básicamente en nuestro negocio se trata de ¡no engañarlo!, eso es primordial, no se puede nunca engañar al cliente.»

comedorUn aspecto que estudian con especial atención es el de la ubicación de sus restaurantes, para Ricart «lo más importante es la ubicación, y depende de los objetivos que te marques, analizar con atención la clientela que puedas tener alrededor, si está próximo a empresas, si hay muchas oficinas…. Por ejemplo, nosotros damos un menú diario entre semana, por lo que si hay oficinas cerca de nuestros restaurantes lo valoramos mucho… Yo creo que en nuestro caso es una clientela que nos interesa mucho por la regularidad y fidelidad que muestran si se sienten bien atendidos y aprecian la calidad relación-precio que ofrecemos. El turismo es también para nosotros otra clientela importantísima, especialmente entre semana durante las noches.»

La superación de la crisis ha permitido además mejorar la formación actual que se ofrece a los trabajadores del grupo «aunque siempre tenemos el handicap de la falta de tiempo…, nos faltan horas para poder enseñarles toda la experiencia y conocimientos que hemos ido acumulando en tantos años de experiencia. Inevitablemente los restaurantes tenemos muchos cambios y rotación de personal, aunque a raíz de la crisis se ha estabilizado un poco el tema. Por ello, ahora podemos dedicar algo más de tiempo a formar y reciclar a nuestro personal.»

¿Una reclamación del sector? Más ayuda por parte de las Administraciones.

Para Ricart, uno de los handicaps con el que las pequeñas y medianas empresas a menudo tiene que lidiar es su trato con la Administración. En su sector considera que «a veces las Administraciones nos podrían ayudar un poco más, muchas de ellas ponen palos a las ruedas. Por ejemplo, yo estoy de acuerdo que en un local cerrado te puedan decir el número de mesas que puedas tener, pero en el caso de una terraza que te limiten el espacio entre las mesas… ¿ Por qué te tienen que limitar el número de mesas dentro del espacio exterior de mi restaurante? No hay problema de incendio. La verdad, es un poco incomprensible…»

¿Y cómo ve el futuro del sector de la restauración en Barcelona? Ricart afirma satisfecho que «estamos en muy buen momento. La restauración en Barcelona pasó un momento de crisis, fruto de la situación económica general del país, pero creo que esto está ya olvidado está todo mucho mejor y somos muy optimistas. La gente está gastando mucho más en comer y cenar fuera de casa, eso sin olvidar el auge del turismo.»

 

 

 

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