La productividad y la pyme Panadera atendiendo en su local // Daniel Hernández Daniel Hernández | Madrid 6 de febrero de 2015 La productividad es la relación que existe entre lo que se produce y los recursos que se destinan a ello. Pero detrás de una definición sencilla hay muchas metodologías. ¿Qué y cómo medirlo? ¿Dividimos el producto interior bruto entre las horas trabajadas?, ¿nos fijamos en la productividad por hora trabajada, o incluimos todos los recursos que se necesitan para producir un bien? Tras tanta pregunta se alcanza una conclusión, medir la productividad es complicado y dejarse llevar por una parte de ella inexacto. Muchas voces han pedido vincular la productividad a los salarios, pero ¿y si fuese el resultado de dividir el PIB entre el número de trabajadores? Sin duda en España los salarios hubiesen tenido que subir en plena recesión como se observa en el gráfico. PIB vs Productividad laboral en España | Create infographics En definitiva la productividad puede ser un galimatías que permite a cada uno contar la feria como le va. Por eso quizá sea más sencillo delimitar lo que no es, o qué factores no influirán del todo en ella. Por ejemplo, trabajar más horas. Según Eurostat el año 2013 se trabajó de media en España, en puestos a tiempo completo, 41,7 horas semanales, lo que supone estar por encima de la media de la UE (41,5 horas), y lejos de Dinamarca (38,8 horas). «Echar más horas en la oficina hace que tu productividad industrial aumente y que la personal no necesariamente suba» dice el consultor y coach José Miguel Bolívar. Pero ¿Qué es cada cosa? «Esto de planificarse y hacer lo urgente viene de los años 50, de cuando una oficina y una fábrica sólo se distinguían en que en un sitio llevaban corbata y en el otro mono. Todo eran procesos predefinidos», añade, por eso «la parte de la productividad personal se mejora fundamentalmente cambiando hábitos. Ya no es todo tan automático, las prioridades cambian; lo que es urgente por la mañana puede que no lo sea por la tarde» así que la clave, dice este consultor, está en saber tomar decisiones. «La gente toma las decisiones de forma intuitiva: lo que más le gusta, lo que más le preocupa, lo que le pide su jefe, y esa sensación de ‘no he parado en todo el día pero no he hecho nada’ es la forma que tu cerebro tiene de decirte ‘no has dado ni una en todo el día». La parte de la productividad personal se mejora fundamentalmente cambiando hábitos En el ámbito de la pyme no se acaba de tener muy claro qué observar «porque, aunque parezca de perogrullo, te sorprendería la variedad de respuestas que puedes encontrarte». Un buen comienzo, como aconseja Bolívar, puede ser el uso de la regla 80/20 o principio de Pareto, según el cual el 80% de los resultados suelen estar generados por el 20% de las acciones. Por eso sería interesante analizar qué 20% de actividades generan el 80% del valor añadido, qué 20% de actividades supone el 80% de la carga de trabajo y qué 20% genera el 80% de los problemas cotidianos. De ahí se pueden extraer cambios importantes que provienen de respuestas a preguntas como ¿y si dejamos de hacer alguna de las actividades de ese 80% que sólo nos aportan el 20% del valor? Pero la baja productividad de la economía española puede ser un problema estructural. Muchos piensan que la constelación empresarial española tan atomizada no ayuda. Lo dicen las grandes empresas, las que están representadas en el Consejo Empresarial para la Competitividad. Aconsejan que las pymes tiendan más hacia la «m» de medianas que a la «p» de pequeñas. Afirman que al nivel de las empresas alemanas, nuestro país sería un 15% más productivo. La productividad ha subido últimamente sí, pero con la mejora de la economía se vuelve a las andadas, según el análisis que el grupo economistas frente a la crisis hacía de la última EPA. «El comportamiento de la productividad por trabajador es negativo, y con ello la economía española vuelve a los viejos vicios y problemas que mantuvo en la anterior etapa expansiva: altas tasas de creación de empleo, pero comportamiento anómalo de la productividad.» Y esa es una tendencia a revertir. 1 comment Tags: crecimiento, empresas medianas, paro, pib, productividad, productividad laboral Siguiente: Ayudas para nuevos negocios y a la contratación en la Comunidad de Madrid Anterior: Llega el año del acceso de las Pymes al crédito
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productividad industrial 14 mayo, 2015 at 3:42 pm Nosotros siempre pensamos en la productividad industrial como algo fundamental, pero hay que reconocer que lo que afecta a las pymes también es muy importante. Laura Reply